Regulación de gas F y soluciones de refrigerantes de Copeland
La regulación de gas F es el principal desafío que enfrenta hoy la industria, ya que impone nuevas limitaciones para las opciones de refrigerantes y afecta la arquitectura del sistema. Ofrecemos distintas posibilidades.
Los estimados sugieren que solo el uso de HFC puede provocar un aumento de medio grado en las temperaturas globales.
En la vanguardia y con ventaja sobre la competencia
En Copeland, no creemos en un enfoque de “refrigerante único multiuso”. Contamos con una cartera integral de productos y soluciones diseñados para una variedad de refrigerantes que les permite a nuestros clientes encontrar la opción adecuada para su arquitectura, que les permita crear sistemas eficientes, que cumplan con las restricciones para gas F y listos para el futuro. En última instancia, estas soluciones personalizadas optimizan el rendimiento del sistema, disminuyen los costos del ciclo de vida útil y se convierten en opciones más ecológicas y sostenibles.
¿Dónde vamos ahora?
No hay un único refrigerante perfecto para la diversidad de aplicaciones de aire acondicionado, refrigeración e industriales. Los halocarbonos predominantes (CFC, HCFC y HFC) combinan una excelente eficiencia y seguridad con costos aceptables. Pero también contribuyen con el potencial de agotamiento del ozono (ODP, por sus siglas en inglés) y el potencial de calentamiento global (GWP, por sus siglas en inglés).
En respuesta a los daños catastróficos provocados por estos halocarbonos, el Protocolo de Montreal dictó la discontinuidad de CFC y HCFC en 1987. A pesar de una recuperación positiva de la capa de ozono, los HFC alternativos han demostrado provocar cambios climáticos, con un GWP significativamente superior al del CO2. Los estimados sugieren que solo el HFC puede provocar un aumento de medio grado en las temperaturas globales.
Desafío de sostenibilidad aceptado.
A medida que la discontinuidad de HFC prosigue a escala global, el desafío es identificar alternativas sostenibles que maximicen los beneficios medioambientales, económicos y operativos. Entre los refrigerantes de próxima generación con bajo potencial de calentamiento global se encuentran opciones como el dióxido de carbono (CO2), hidrocarburos (HC) y amoníaco (NH3), además de combinaciones de HFO y HFO. Debe tomarse en cuenta la política ambiental para evaluar los pros y las contras de todas las opciones.
“Los sistemas de refrigeración introducidos hoy pueden seguir en funcionamiento dentro de 15 años, y es imperativo comprender la oportunidad única que posee nuestra generación para ofrecer un frío genuinamente limpio... Existe una responsabilidad colectiva para garantizar la mejor solución a largo plazo posible, que no solo esté dirigida a los refrigerantes sino que además maximice la eficiencia energética general”.
—Profesor Toby Peters, Universidad de Birmingham